3 DE JUNIO, DÍA DEL SOMMELIER

Las mujeres, grandes ganadoras de la profesión

La fecha refiere a la creación de la Asociación Internacional de Sommeliers (ASI), en Francia. Y la gran novedad, lejos de ánimos sexistas, es que en esta profesión en ascenso las mujeres son quienes más se han destacado en los últimos años en la Argentina.

Hoy más que nunca, el descorche tiene sentido. Desde 1969, el 3 de junio se celebra el Día Internacional del Sommelier.   El día del “somm”, así se reconocen los profesionales del medio, es la fecha perfecta, que se presenta como una ocasión oportuna para analizar los alcances, características de una profesión que se ha convertido en un eslabón fundamental en la industria del vino y que a lo largo del tiempo ha ido mutando, acompañando el desarrollo del mercado y de los consumidores.

Cada vez más hay más conocedores profesionalizados, en un carrera que lleva tres años de duración, donde el idioma es un plus y al andar por el mundo descorchando botellas un must be. Y cada vez hay más  demanda de información departe de un consumidor que se muestra cada día más calificado y desconfiado ante tanta saraza de sabedor improvisado que se ve en el medio. Porqué no decirlo?

Si bien se trata de una de las profesiones más nuevas en nuestro país, los historiadores sitúan a los orígenes de la sommellierie en el siglo V a.C., cuando distintos pueblos de la Mesopotamia, en el Cercano Oriente, ya contaban con especialistas dedicados al servicio y el cuidado del vino. 

La palabra sommelier aparece por primera vez en el siglo XVII, teniendo un significado primario de “encargado del servicio de vinos en la casa”, y quien poseía también las llaves de la bodega. Se dice que el término tiene su origen en el latín sumer-sumere, que significa absorber un líquido, beber. Otra versión del nacimiento de la palabra sommelier es la que plantea su origen francés, a partir del término somme, llamado así al carruaje o coche guiado por una persona que transportaba las cubas y todos los enseres relacionados con el vino, acompañando a la corte en sus viajes.

Más aquí, el sommelier era aquel que se ocupaba de la carga y reparto de la maravillosa bebida, designándose shagû a la persona encargada en servir  el vino. En  el antiguo Egipto los faraones eran muy aficionados al vino y en sus séquitos se encontraban los maestros coperos (siglo IV a.c.), quienes eran los encargados en manipular con la bebida.

El primer sumiller ( tal como se los reconoce en Europa) reconocido en la historia fue Sante Lancero , un historiador experto en vinos que viajaba junto al Papa Pablo III probando y analizando todos los vinos que éste bebía.Algunas historias nos cuentan que antiguamente existían dos tipos de sommelier: el de cava y el de mesa. Actualmente el somelier de cava se ha sustituido por el bodeguero y el de sala sigue unas tareas seguramente modificadas desde el inicio de su existencia.El sommelier es un persona experta en vinos, aunque no lo debemos confundir con la figura del enólogo, que también es experto en vinos pero tiene otras funciones-, que es capaz de reconocer las características, defectos y virtudes de esta bebida.

La primer escuelita Argentina

Hasta que se fundó la Escuela Argentina de Sommeliers, en 1999, las personas que podían brindar este tipo de servicio en Argentina se contaban con los dedos de una mano, pero en los últimos años, acompañando el desarrollo de la industria vitivinícola, la cifra no para de crecer. Sin embargo, el perfil del sommelier actual ya no es el mismo que el de aquellos pioneros. Si antes su tarea se remitía a ofrecer sus servicios en un restaurante, bar o vinoteca, hoy sus funciones abarcan campos de lo más diversos: periodismo, consultoría, docencia, relaciones públicas, participación como jurado en concursos y guía en catas y degustaciones privadas, entre otras múltiples actividades.

El toque femenino en la copa: las mujeres que suman 

Cada vez participan más y brillan en la profesión, especialmente las argentinas. 

¨El rol del sommelier se jerarquizó. Sigue habiendo sommelier de servicio, pero incluso este tiene más responsabilidades porque pasó de ser el que armaba la carta o cuidaba de la cava a ser el que  interactua con las bodegas, posee skills de negociación , entiende de rotación de producto en el punto de venta y sabe armar estrategias de mercado, entre otras habilidades, entre otras funciones”, cuenta Marisol de la Fuente, quien además de sommelier internacional es bartender, docente y periodista especializada en vinos ( dicta cursos online y en vivo a través de su página www.solsommelier.com.ar y es columnista en el Canal de la Ciudad y en Radio Continenta). Una mujer que destaca en la Argentina y lleva la profesión por el mundo, la transmite generosamente con su simpatía y estilo que traslada a sus totorales de Youtube y programas de TV abierta donde es convocada. 

Junto a colegas embajadoras del vino, Paz Levinson,Valeria Camper y Andrea Donadio, ganadoras respectivamente del galardón a La mejor sommelier argentina, en el concurso que se las lleva a París, en un certamen también creado por la Asociación Argentina de Sommelier, ponen en valor a una profesión tradicionalmente reservada al mundo masculino, ganan en credibilidad, llegada y por supuesto ponen el diferencial en su esmerada formación. 

Los sommeliers se han convertido en actores fundamentales de la industria del vino. Acompañando el desarrollo del mercado y los cambios en los consumidores, sus competencias y desafíos se complejizaron y exceden con creces el análisis sensorial y el asesoramiento en restaurantes, bares y vinotecas.

Felicitamos y celebramos los nuevos alcances de una actividad tan versátil como compleja, al igual que el vino, con los actores del sector.

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