PICANTE E INTENSO

Javier Calamaro encontró sus mejores notas de cata

Si hubiera que definirlo es … muy Calamaro: picante, extremo y sibarita. El músico incursionó en la gastronomía gourmet con un aceite de oliva y un aceto premium fabricados por los número uno de la Argentina también en el segmento bodeguero

En 2018 dio un recital en una cápsula submarina en Península de Valdés y otro en el cráter Corona del Inca, La Rioja, a 5.400 metros de altura. Esta vez le toca saltar a la gastronomía premium, sin dejar la música se mete de lleno en la fabricación de una línea que lleva su nombre producida por quien es en Argentina el productor más reconocido en el mundo, la firma Laur, de la familia Millán.

El músico tiene un programa de cocina en televisión desde hace dos años llamado “La Cocina de los Calamaro”, que se transmite por Canal El Nueve los domingos al mediodía, y  fue el puntapié para el lanzamiento. Y se unió al grupo mendocino Millán para desarrollar los productos de su línea premium, pensando en los paladares exigentes y también con un costado solidario ya que el aceite de oliva de estas características es bien apreciado en el terreno de la medicina. 

En el negocio, la inversión la hace Calamaro y la familia Millán y juntos acompañan el desarrollo del producto, la imagen de marca y el embotellado. Por ahora, se hizo  una primera partida de 5.000 botellas de cada uno (el aceite se fracciona por 1/2 litro y el aceto en envases de 250 cc). Tanto Calamaro y Gabriel Guardia, gerente general de Olivícola Laur acordaron avanzar con más opciones de acuerdo a la demanda.

La familia Millán es dueña de otros negocios en el país vinculados al supermercadismo y a las bodegas. Es propietaria de Átomo Supermercados y de las bodegas Los Toneles, Mosquita Muerta Wines ( dedicada a la alta gama), Fuego Blanco y el destacado restó Abrasado, famoso en el mundo por ofrecer menúes en pasos de carnes maduradas. También tiene la destilería Casa Tapaus y Carnes Millán,  variadas unidades de negocios.

La olivícola Laur se fundó en 1889 y produce más de 600 toneladas (cerca de 1 millón de botellas de aceite de oliva al año) a través de sus marcas Clásico Extra Virgen Orgánico, Blend de Terroir Cruz de Piedra Orgánico, Blend de Terroir Altos Limpios, Blend de Terroir Medrano, Gran Mendoza Premium, Contraviento y Gran Laur. La firma ocupa el primer puesto en el ranking de las 100 mejores olivícolas del mundo y también es una de las primeras en el mercado local. Con sus productos llega a China, Japón, Alemania, Canadá, Suiza, Brasil y Estados Unidos, entre otros países. Por su parte, Acetaia Millán es la única fabrica de Latinoamérica certificada por el Consorcio del Aceto Balsámico de Módena, Italia. Desde hace varios años colabora con la elaboración de aceite de oliva y aceto balsámico para otros artistas, como los músicos y compositores Nito Mestre y Juanchi Baleirón, principal vocalista de la banda Los Pericos. Ahora se suma con la misma iniciativa Javier Calamaro, con sus marcas Calamaro aceite de oliva virgen extra premium y Calamaro aceto balsámico premium.

Nosotros venimos de una familia con una fuerte cultura gastronómica y el aceite de oliva siempre fue fundamental en nuestra casa, es por eso que producir hoy nuestro propio aceite y aceto es mucho más que una marca en una etiqueta, es todo un acontecimiento” comentó Javier Calamaro durante la presentación realizada como no podía ser en otro escenario en el Hard Rock café de Buenos Aires.

¿Porqué este es especial?

En primer lugar porque destaca la inspiración que le dieron sus hijos, su última niña, Sacha, de apenas dos años, que le hace un recharging cada día a sus 58 años. Sus menciones para ella y para Romeo, seguidor del apellido, quedaron plasmados en la contraetiqueta del envase con una amorosa dedicación.

 El aceite es un blend de la variedad de oliva Arauco y Arbequina y está producido en Altos Limpios, Lavalle, Mendoza, Argentina. El aceto balsámico es del varietal Ugni Blanc, proveniente de fincas de Valle de Uco, también en Mendoza y tiene un añejamiento de un año, comentó la firma productora.

Con el picor, amargor y todo lo que distingue a un aceite de la mejor calidad, para untar en el pancito o beberlo, tal como lo hace el músico, “ en un chupito lleno, todas las mañanas¨. Para disfrutar y apuntalar la salud, según recomendaciones de las últimas tendencias médicas. 

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