MI VICTORIA

Vinos mundialistas en la boda del año

Un verdadero acto de amor fue el que tuvo el jugador de la selección, Leandro Paredes, al entererarse de la boda de su compañero y amigo Paulo Dybala con Oriana Sabatini. Ofreció su vino, el malbec que elabora junto a la Bodega Barberis y que dio mucho que hablar.

Miradas cómplices y vinos a la altura, que mucho dieron que hablar desde un bajo perfil. Dieron el sí, sólo lo mostraron desde sus redes sociales, y así la pareja del jugador de la seleccion Paulo Dybala y la polifacétia artista Oriana Sabatini sellaron 5 años de relación ante más de 300 invitado.  La cita fue el pasado 20 de Julio en una estancia de Exaltación de la Cruz , Provincia de Buenos Aires, pero el vestido de Dolce y Gabbana y el vino fueron tan protagonistas como la impactante novia. La bebida supo ocupar su plano, ya que fue un acto de amor también cedida por un compañero del novio de la Roma. Fue uno de sus mejores amigos, Lenadro  Paredes, que tiene su propio vino y ofreció su etiqueta , con  la denominación Mi Victoria, para coronar con un auténtico malbec argentino la boda del año. Regó mesas de famosos y familia y una vez más se impuso por su gusto.

El vino de Paredes del que todos hablaron compartió momentos con notables etiquetas importadas que aparecieron a la hora del brindis final de la pareja, pero el diferencial estuvo no sólo en las cepas sino en que suu vino representa un tierno juego de palabras, ya que el nombre de su hija mayor es, justamente, Victoria, y siempre sale cuando hay algo íntimo para no olvidar en su familia.  Un triunfo o sueño más para celebrar.  El sobre sus gustos y la percepción de su amor por el vino, el delantero argentino remarcó que «en Europa se toma mucho el vino argentino y siempre se habla de Mendoza como la zona donde se producen los vinos más ricos. Me ha tocado probar vinos españoles que me gustan mucho, también franceses  e italianos. Cuando me toca ganar algo importante, al momento de relajarnos me gusta tomar una copa de vino. Tengo diferentes gustos; empecé a tomar vino a partir de los 25 años y y eso me llevó a generar este proyecto». declaró el propio Leandro ante su deseo de  que “quedara reflejado en sus botellas lo que significa para mí la unión de la familia, el encuentro con amigos, la felicidad y el disfrute por las cosas logradas día a día”. Y esta fue una de esas ocasiones.

Elaborado en Bodega Barberis, unas pocas autoridades de Guaymallén, departamento donde se ubica la bodega mendocina del campeón de América  tiene en su línea personal en dos  vinos: Mi Victoria LP32 – Malbec 2020, el cual elabora junto a su hermana Vanesa, el primogénito, y LP5 Malec 2019, una edición limitada cuya caja se consigue desde lo $ 80.000 y que esta vez fue la figura.

Los novios dejaron la organización en manos de la wedding planner Claudia Villafañe, y la premisa central fue que no se filtrara nada. Sin embargo, algunas cuestiones trascendieron, como la locación y también las bebidas que degustarán los invitados.

 Blends de malbec de diferentes zonas

Se trata de vinos pensados por la Bodega Barberis  desde el viñedo y elaborado por el enólogo Rolando Lazzarotti de parcelas selectas,  específicas de malbecs de diferentes IG. Ugarteche (Luján de Cuyo)  y Vista Flores (Tunuyán) con el objetivo de lograr una etiqueta de excelentes cualidades gracias a la diversidad de terroirs. Las primeras cosechas se llevaron adelante en abril de 2020 y los racimos fueron recolectados manualmente en tachos de 20 kilogramos y transportados en bins de 400 kilos hacia la Bodega Barberis. En su momento el volante de la selección argentina lo presentó en sus redes y en el hotel Faena Art.

 

La etiqueta fue rediseñada por Julieta Carbonari y el resutado siempre es un vino que respeta el capricho del jugador:  a la vista se presentan rojos intensos, de color rojo violáceos y centros negros. En nariz se destacan los frutos rojos y negros, como ciruelas, moras y notas a canela y clavo de olor. En boca son elegantes, de entrada amplia, con agradables sensaciones táctiles, taninos redondos, dulces y rugosos que impactan en un retrogusto complejo, de frutos rojos y negros, mixturados con chocolate, moka y frutos secos. Nada que envidiar a los vinos europeos con los que celebraba la figura en sus triunfos profesionales.

Una bodega familiar

Las familias Paredes y Barberis decidieron emprender juntas este proyecto porque descubrieron que comparten el mismo amor y respeto por la unión de los seres queridos y la convicción en el trabajo incansable. «Elegimos esta bodega porque nos representa como familia, que para mí es lo más importante que tengo», destacó en su momento Leandro durante su presentación.

En este sentido, Adrián Barberis destacó la excelente relación que mantienen con la familia Paredes y adelantó que la idea es continuar con nuevos productos que se van a ir sumando a su porfolio.

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