El alcohol y sus calorías

Las calorías de las bebidas alcohólicas, incluidas la cerveza y el vino, se llaman calorías vacías porque no contienen una cantidad significativa de los tres macronutrientes: proteínas, grasas y carbohidratos. Las combinaciones con alcohol tienen elementos como la cola, la tónica o incluso leche, que pueden contener tanto macronutrientes como valor nutricional de vitaminas y minerales, más concretamente en el caso del jugo. Sin embargo, la mayoría de los cócteles se hacen usando bebidas con mucho azúcar, como queda reflejado en la tabla de calorías que a continuación presentamos, donde se podrán apreciar de mayor a menor la densidad calórica. 

Según la tabla nutricional, para conseguir una bebida alcohólica baja en calorías lo mejor es optar por las bebidas espirituosas, que son casi alcohol puro debido al proceso de destilación. Las bebidas alcohólicas con un bajo porcentaje de alcohol, como la cerveza o el vino, incluidas en la tabla de calorías, también tienen calorías en forma de carbohidratos, como la cerveza de trigo, o el azúcar natural de las uvas utilizadas para hacer vino. En general lo mejor en las dietas para perder peso es evitar las bebidas alcohólicas. O no pasar de una copa por día si se trata de vino. Es un ”permitido» por la mayoría de los nutricionistas. Y a prestar atención: aún cuando se trata de la misma bebida, la marca puede variar el contenido calórico. Aquí se detallan algunas de las más consumidas en el mundo.

Vinos con menor contenido alcohólico ¿menos calorías?

Son tendencia! En vez de tener cifras de 12 o 14 de contenido alcohólico, suelen bajar hasta los 9 o 7 , según el tipo de cepa. Al elegir un vino con bajo contenido alcohólico se podrá estar bastante tranquilo, las calorías serán bajas también. Aunque claro, si el vino contiene altas cantidades de azúcar, las calorías serán bastante más altas, sin importar valor alcohólico. 

La respuesta a la pregunta de cuál engorda más, si tinto o blanco es común. Cuanto más joven sea el vino más azúcar tiene. Hablamos de un vino del año de su cosecha o dos subsiguientes como máximo, por lo general sin paso por madera. Si se es un amante del vino tinto, es mejor elegir uno de más de dos años. Cuanto menor sea el contenido de azúcar residual en un vino, es decir cuánto más seco sea, más ‘light’ será. Los menos calóricos son el Prosecco, y en los blancos, el Chenin Blanco, Riesling o el Albariño. Los  vinos espumosos y el “manzanilla”, que es un vino blanco-seco, presentan más calorías.

Cuando el jugo de fruta se fermenta y el azúcar se transforma en alcohol, la bebida que se obtiene se llama vino. Esta bebida alcohólica se puede hacer a partir de uvas pero, como la tabla de calorías muestra, también se puede fabricar con otras frutas como la ciruela. El vino también se puede mezclar con otros productos para variar su sabor, una práctica que normalmente aumenta la cantidad de calorías, como es el caso del vino de chocolate. La sangría, un cóctel preparado con vino, pero que puede hacerse con una amplia variedad de frutas y alcoholes destilados, entra en la misma categoría.

Para los vinos puros el valor nutricional es relativamente parecido. Como se muestra en la tabla de calorías, una copa de vino contiene generalmente entre 150 y 200 calorías, pero eso puede variar dependiendo de la dulzura, la carbonatación (como en el Prosecco) y el contenido de alcohol. Un vino de postre puede tener el doble de calorías que un vino tinto de mesa común y el triple que un vino blanco seco. Como hay incontables variedades de vino, se recomienda comprobar la tabla nutricional en la etiqueta de la botella para obtener la información exacta.