Bajo la premisa de relajar el protocolo del vino y crear un espacio inclusivo nació Vina, este Wine bar que obliga a pasar por uno de los lugares más lindos para recorrer de Buenos Aires, el bohemio San Telmo, y rematar el día luego de una larga caminata por sus rincones en una de sus mesas. Invita a hacer una parada para un after, noche con el estilo, un bar canchero y descontracturado, que descubre el vino que más se amolde a cada paladar. Precios accesibles de igual manera y tapas para maridar.
La joven sommelier Sofía Maglione, creadora del lugar, propone más de 120 etiquetas de todas las regiones del país, dando lugar a bodegas tradicionales y visibilizando pequeños pero importantes proyectos artesanales. Vinos espumosos, pet-nats, blancos, naranjos, rosados, tintos y dulces se acompañan de una tentadora propuesta de tapas artesanales con impronte mediterránea.
Ubicado sobre el Boulevard Caseros, el local de Vina tiene un cómodo salón principal, un entrepiso y un vistoso deck al aire libre para aprovechar este otoño con sus últimos días cálidos. Aunque este último es el spot más elegido por sus toldos movibles y su calefacción en épocas frías. El salón está revestido en madera, cuenta con lámparas colgantes de estilo industrial, luce numerosas estanterías con botellas y presenta una imponente cava donde se conservan cuidadosamente gran parte de las etiquetas ofrecidas. Cabe destacar que, una vez al mes, este espacio se convierte en escenario de divertidas catas a ciegas, guiadas por su dueña. Abarca un gran abanico de posibilidades: distintas zonas geográficas, diferentes estilos y muchos rangos de precios, donde hay lugar para alternativas clásicas y otras más novedosas.
Algunas extrañas y sorprendente propuestas para destacar son el Gaucho Torrontés de Valles Calchaquíes, Norton de Altura White Blend (Sauvignon Blanc, Gruner Veltliner, Semillon) de Valle de Uco, el vino Flora Naranjo 100% Chardonnay de Bodega TEHO de Tunuyán, el Chakana Torrontés con maceración prolongada de Valle de Uco, el TATÚ Criolla de Vistas Flores, el Alma Gemela Mourvedre de Valle de Uco, el Sunal Salvaje Malbec de Salta, el Pequeños Parceleros Tinto de Tilcara, el Sikuri Syrah de Jujuy, entre otras, que andan muy bien por ahí.
Porque el espíritu es libre y sin etiquetas, en Vina también se puede disfrutar de un refrescante “sodeado” (vino con soda), una buena jarra de sangría o clericó para compartir, cocktails como el Negroni Argentino a base de Gin Heraclito, vermú Lunfa y bitter rojo (todas bebidas nacionales), y vermús artesanales, como el salteño Lunfa y el cordobés El Boleado. Además, hay una buena selección de destilados, espirituosas y cocktails clásicos.
Para acompañar, la carta de comidas hace foco en tapas frías y calientes, tablas de quesos y fiambres de calidad, y sabrosos sándwiches. Algunos favoritos son la burratina con pesto de rúcula, tomate cherry confitado, albahaca fresca y pistachos; el gazpacho andaluz con bruschettone de focaccia al romero; los buñuelos de manzana verde y jamón crudo con alioli de berenjenas ahumadas; las croquetas de morcilla con crema de puerro y manzana; el carpaccio de lomo con pesto de rúcula, menta, albahaca y alcaparras; el burrito veggie, con crema de porotos negros, palta, morrones asados y hojas de kale, acompañado con chips de batata; y el sándwich de pastrón con pepinillos y mostaza, servido en pan brioche. Si la idea es picar entre varios, la recomendación es la Canasta de Picnic que incluye queso gruyere, salame de campo, pan, paté del día, hummus, alioli de berenjenas, mermelada y aceitunas. Para coronar con un toque dulce, ofrecen postres clásicos como flan con dulce de leche, vigilante y tiramisú.
Dirección: Av. Caseros 474, San Telmo. Horarios: martes a domingos de 17:30 h a 00 h.Instagram: @vinasantelmo
